Estudio sobre Tito y Filemon
Introducción
Se ha hecho notar con justicia que cada una de las epístolas dirigidas a Timoteo y a Tito extraen su propio carácter de la misión que el apóstol había encargado a sus dos delegados y compañeros de obra. Timoteo debía velar por la sana doctrina (1 Timoteo 1:3-4) y Tito por el orden en la casa de Dios (Tito 1 :5).
Como tenemos la intención de comentar exclusivamente la epístola a Tito, no insistiremos sobre los contrastes entre estas dos epístolas y sobre aquello en lo cual difieren entre sí. Nos ceñiremos más bien, a lo largo de este estudio, a presentar sus puntos de contacto, para ayudar, según nuestra débil medida, a la explicación de este importante tema.
Estudio sobre Tito y Filemon
La epístola a Tito, si bien insiste mucho, como la primera epístola a Timoteo, sobre la doctrina o enseñanza entre los santos (el término griego es idéntico para las dos palabras), oponiéndola a la enseñanza de los falsos maestros, insiste sobre todo en las verdades fundamentales del cristianismo. Hace resaltar los frutos de estas verdades en la vida práctica de los creyentes, de manera que un orden lleno de belleza pueda caracterizar a la casa de Dios y una feliz armonía reine entre todos sus miembros.
La sana doctrina
La sana doctrina comprende todos los principios divinos que nos son expuestos en los tres pasajes capitales de esta epístola. Hallamos, en efecto: En el primero de estos pasaje (capitulo 1: 1-4) la doctrina del cristianismos, resumida en las grandes verdades que la caracterizan; el segundo (capitulo 2: 11-14) la suma del cristianismo, no tanto sus verdades características como en su realización practica en cuanto a nuestra marcha y nuestra conducta; y el tercero (capitulo 3: 4-7) nos informa sobre los…
Valoraciones
No hay valoraciones aún.