La senda de Dios en los tiempos difíciles
TESTIMÍONIOS DE LA PALABRA DE DIOS EN CUANTO A LA RUINA
El Señor después de Él los apóstoles, habían señalado que el mal se introduciría en el nuevo orden de cosas que iba a establecerse y que, durante un intervalo de tiempo, debía reemplazar a Israel como testimonio de Dios en la tierra.
Nada tan grande ni tan precioso a los ojos y al corazón del Señor como la iglesia según los eternos consejos de Dios. Ella es el templo santo que se levanta, compuesto de piedras vivas y fundado sobre el Hijo de Dios; ella es el cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que llena todas las cosas en todos; ella es la perla de gran precio por la cual Él dejo todo y se dio a sí mismo para adquirirla; ella es su Esposa, a la cual ama, sustenta y santifica, a la presentará a sí mismo sin mancha. Todo esto que se ve que existe ya cuando se mira a los verdaderos creyentes, tendrá pronto su completa su completa realización en la gloria.
La senda de Dios en los tiempos difíciles
Mas si consideramos a la Iglesia en su existencia y en su existencia y en su conducta en esta tierra, vemos que la administración de ella ha sido confiada al hombre y a su responsabilidad, como sucedió en las diferentes épocas de Dios sobre la tierra.
Y es un hecho doloroso, aunque evidente, comprobar que el hombre falló siempre que Dios puso algo bajo su responsabilidad. El primer hombre, quien debía guardar el jardín de Edén, se deja seducir.
Israel, escogido por Jehová para mantener la verdad de la unidad de Dios en medio de las naciones idolatras, se entrega a la adoración del becerro de oro.
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