¿Salvados por las obras o por la fe?

¿Salvados por las obras o por la fe?

La salvación es un don de Dios. El hombre no puede hacer ninguna obra para conseguirla.
Esta salvación fue lograda por la sola y perfecta obra del Señor Jesucristo en la cruz. Es el fruto de sus sufrimientos y de su muerte por nosotros.

¿Salvados por las obras o por la fe?

La salvación, la cual se recibe por medio de la fe, otorga al creyente una perfecta paz, un gozo actual y una dicha eterna.

La demostración o la prueba de la fe -exigida del creyente, ya que los hombres conocen el árbol sólo por su fruto- debe darse por medio de las obras de la fe, llamadas igualmente «buenas obras». Ellas son la consecuencia y el fruto bendito de la fe.

Justificación: cinco aspectos.

Hay que considerar que, en las Escrituras, la justificación es presentada por el apóstol Pablo y por Santiago des cinco aspectos diferentes, pero formando un conjunto homogéneo, un acuerdo perfecto, complementándose uno a otro en vez de contradecirse.

Justificados por Dios: Romanos  8: 33  Justificados por gracia: Romanos 3: 24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia.

Justificados por la sangre: Romanos 5: 9  Estando ya justificado en su sangre.

Justificación por la fe: Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la Fe.

Justificación por las obras: Veis, pues, que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe.  Es la justificación vista según su demostración, en la manifestación de la fe.

¿Salvados por las obras o por la fe?

Una comparación atenta de las enseñanzas de Pablo y de Santiago con respecto a las obras revela una perfecta harmonía entre ambos apóstoles: el hombre es salvado por la fe, pero sus obras demuestran a sus semejantes la realidad de esta fe.