Los jovenes creyentes frente al casamiento
El pensamiento de dirigir algunas palabras sobre la conducta de los jóvenes creyentes frente al casamiento ha preocupado al autor de estas líneas desde hace algún tiempo.
Los numerosos casos afligentés, así como otros alentadores provenientes de algunos amigos que buscan el bien de la grey de Dios y el honor de su santo nombre, me llevan a escribir sobre este particular. Inútil decir que el tema de por sí es bastante importante, por lo que merece nuestra seria atención.
El concierto de un casamiento es asunto tan serio que apenas se puede citar otro de la misma importancia. En la mayoría de los casos es decisivo para toda la vida.
Muchos suponen que, para la conclusión de un casamiento (puesto que es tan sólo un asunto humano), no es necesario pensar seriamente delante del Señor, ni pedir consejo alguno a otros creyentes experimentados, y que toda consideración espiritual al respecto está fuera de lugar, etc.; mas estos razonamientos deben excluirse totalmente.
Los jovenes creyentes frente al casamiento
No quisiéramos apoyar tampoco a los que opinan que un hermano debe esperar una señal presisa del Señor en la elección de su esposa, siendo que en la mayoría de los casos los propios deseos y las propias reflexiones actúan desde mucho tiempo antes.
Mas quisiéramos dejar aclarado, desde ahora, que un hijo de Dios, llamado hacer todo sea Comer o beber u otra cosa en el nombre del Señor y para gloria de Dios (1 Corintios 10: 31).
Al contrario, si la Escritura habla de la libertad del creyente a fin de contraer enlace, ella dice: con tal que sea en el Señor (1 Corintios 7: 39).
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